Pues bien, es sobradamente sabido, aunque conviene recordarlo, que desde el verano del año pasado se ha estado desarrollando una intensiva campaña contra el aberrante Título VII del mencionado Anteproyecto de Ley. Esta importante campaña ha sido organizada y coordinada por el secretario de la Sociedad Murciana de Mineralogía (SMM), y veterano ecologista murciano, Juan Luis Castanedo, que con su esfuerzo personal, su dilatada experiencia en este tipo de campañas y sus contactos políticos en todos los partidos, ha conseguido que asociaciones mineralogistas, científicos, empresarios y administradores del FMF unan esfuerzos para luchar contra este Anteproyecto de Ley. El resultado: el Anteproyecto de Ley ha sido "aparcado", al menos hasta que se apruebe la correspondiente Ley estatal. Este hecho ha sido confirmado hace pocos días en encuentros informales mantenidos con políticos murcianos y técnicos de la Administración.
Por ello, y una vez alcanzados de forma satisfactoria los objetivos de la campaña murciana, ha llegado el momento de estar alerta ante los peligrosos movimientos de los fundamentalistas de algunas universidades y asociaciones de mineralogía y geología españolas, de ámbito nacional, que van a intentar que sus postulados conservacionistas radicales queden reflejados en la normativa estatal. Nos consta que existe inquietud entre aficionados y profesionales de otros puntos de España por esta futura normativa que, a posteriori, tendrá que ser adaptada por el resto de autonomías. Tal vez, desde la experiencia murciana y conociendo a algunos iluminados con cierto peso que están detrás de estas iniciativas, el temor sea totalmente fundado y el peligro sea real.
Por ello debemos estar muy alerta. Además, la lucha a nivel estatal para conseguir que una norma de ese ámbito no nos perjudique puede resultar difícil, tanto por el amplio abanico de intereses como por el elenco de asociaciones que hay en todo el estado. Pero aunque sea difícil es necesario intentarlo.
Lo que no podemos hacer es darnos por vencidos antes de empezar ni ser derrotistas, como he detectado ya en algunas personas, y deberemos presentar batalla en caso de que sea necesario.
Por ello, desde la SMM, ofrecemos nuestra colaboración en cualquier posible campaña que se quiera organizar para evitar que una Ley estatal pueda perjudicar a los aficionados a la mineralogía en un futuro próximo. Si alguien está interesado en coordinar una campaña a nivel estatal, desde la SMM estaríamos encantados en aportar nuestra experiencia para luchar contra una iniciativa legislativa de este tipo, que podría ser tan dañina para la cultura mineralógica y para la ciencia.
Esperemos que prime el sentido común y que nunca prospere una normativa estatal o autonómica que pueda poner en peligro esta afición que promueve la cultura y genera riqueza económica.
Joaquín Montoro Cristóbal
Presidente
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