Durante una de las última rutas a Sierra Espuña, un grupo de compañeros visitaron las minas de fosfatos de Prado Mayor para tomar fotografías y observar las especies minerales que en la zona aparecen.
Recordemos que son minados en la actualidad se encuentran en muy mal estado y su exploración es peligrosa. En esta ocasión nos hemos limitado a recorrer escombreras. Desde el punto de vista mineralógico no aparece nada interesante, algunos nódulos de sílex negro y otros minerales, de aspecto margoso, no identificados.
Francisco Javier Fernández, Enrique González y Pedro Javier González, integrantes del grupo senderista Peripatéticos de Lorca y aficionados a las piedras, con Juan Ramón Latorre han sido los participantes en esta ruta cuyo guía ha sido el presidente de la SMM y de la Federación Española de Mineralogía (FEM) Juan Luis Castanedo.
Al tratarse de un espacio natural protegido, los excursionistas se abstuvieron de recoger muestras. Desde las organizaciones mineralógicas hay que fomentar el respeto a la normativa vigente y tanto desde la SMM como desde la FEM se apuesta incondicionalmente por el cumplimiento de las leyes.
Se trata de pequeñas explotaciones que constan de algunas calicatas y minas subterráneas con alguna roza. Las dificultades relacionadas con la poca riqueza del fosfato y las complicaciones con el transporte propiciaron una vida efímera.
La actividad minera en Sierra Espuña se desarrolló entre mediados del siglo XIX y los años 60 del siglo XX. Se explotaron menas de cobre, plomo, carbón, hierro, y fosfatos. Los fosfatos se presentaban en unas arcillas verdosas y su explotación comenzó en 1924, remontándose a tres años antes el descubrimiento del yacimiento en la zona de Prado Mayor.
Después visitamos a Luis Provencio en su casa de Prado Mayor con quien compartimos una excelente comida.
