Estas minas, donde se explotaba el hierro manganesífero, han producido excelentes baritas, y, aunque cada día es más difícil encontrar ejemplares en condiciones, el recorrido de estos minados es muy gratificante a pesar de que no sea fácil que aparezcan muestras interesantes.
Debido al poco tiempo del que disponíamos solo pudimos estar en una de las minas, aunque una vez más resultó una experiencia gratificante tanto por lo enrevesado como por la dificultad de su recorrido.
Barranco de Las Nogueras
El maltratado Mar Menor, con La Manga e Isla Grosa desde el Barranco de Las Nogueras.
Romeros y palmitos en el fondo del barranco
Una bocamina
La tesorera de la SMM, Pilar Sánchez, a punto de entrar en la mina.
Sabinas moras (Tetraclinis articulata), lentiscos (Pistacia lentiscus) o espinos negros (Rhamnus lycioides), entre otras especies de flora autóctona, se desarrollan en este barranco.
Descendiendo por una galería
Masas de barita con hierro manganesífero
Nuestro socio Pedro Rubio ayudando a la tesorera a sortear un paso difícil
Descendiendo
Pilar durante un descanso
Cristales de barita recubiertos de óxidos
Óxidos de manganeso
Las huellas de los picos de los antiguos mineros
Muestra de barita cristalizada fotografiada in situ
Cristales centimétricos de barita
Pilar bajando a un nivel inferior
Cristales centimétricos de barita recubiertos de óxidos de manganeso
Aproximación de la barita anterior
Otra muestra de barita en el interior de la mina
Nuestro presidente, Juan Luis Castanedo, durante una parada.
Pedro Rubio en una sala hidratándose
Muestra fotografiada en el exterior
Barita de cristales de unos 5 mm
Cristales de barita
El ejemplar anterior con matriz de óxidos
Esa fotografia del mar menor es fantástica. Saludos.
ResponderEliminarGracias, José Miguel. La vista desde esa zona es magnífica.
EliminarSí, fantástica y con todos los regadíos de dudosa legalidad en primer plano.
ResponderEliminarA pesar de eso la calidad paisajística es elevada.
EliminarLas administraciones han tolerado la expansión de los regadíos intensivos indiscriminadamente que han llevado a la alteración del medio terrestre y el de la laguna litoral. Administraciones competentes, empresas agrícolas y propietarios de fincas con agricultura intensiva de regadío han acabado con ese entorno tan singular y con el paisaje tradicional.