Las Minas de Chuecos, se encuentran en la Sierra de la Almenara, en el término municipal de Águilas (Región de Murcia).
Se engloban en el distrito minero de Tébar, donde se explotaban principalmente minerales de hierro (hematites y sideritas) y la mayoría se encuentran en el barranco de los Arrieros.
Se trata de explotaciones de pequeño desarrollo (algunas se encuentran cegadas en su galería principal), con la excepción de un par de mayor envergadura. Una de ellas tiene un pozo de entre 80 y 90 metros de profundidad sin rampa de acceso, por lo que no ha podido ser inspeccionada.
Según César Rubio y Muñoz, en el libro “Introducción al Estudio de los Criaderos de Hierro de España” (1912), describe esta zona de la siguiente forma: “La masa filoniana, de más de 2 y hasta 3 metros de espesor, presenta óxidos de hierro en su zona superficial; pero ya a los 15 y 20 metros de profundidad, al nivel hidrostático, está constituida exclusivamente por siderosas compactas y bastante ricas, salpicadas, en los trabajos más profundos, de varios sulfuros, y entre ellos, la pirita marcial y la calcopirita, con blenda y galena. Ofrece, por lo tanto, todos los caracteres de un filón claramente hidrotermal, con salbandas bien definidas en algunos sitios, y que guardará probablemente estrecha analogía con sus similares del vecino Distrito plumbífero de Lomo de Bas”. Igualmente afirma: “Es, pues, de presumir, que aun cuando ese criadero pueda dar lugar en sus partes altas (hasta una profundidad de 60 á 80 metros) a una explotación importante de hierro (carbonato principalmente), acabe de constituir un verdadero filón de plomo”.
En ninguna se ha localizado nada destacable en el plano mineralógico, solo hemos encontrado algunas calcitas de cristales menores de 5 mm. En la escombrera del pozo mencionado anteriormente han aparecido algunas baritas blancas sin brillo, aunque de cristales con buen desarrollo (hasta 5 cm.) aunque muy deteriorados. Esta mina podría haber sido una explotación de sulfuros, puesto que en su escombrera no aparecen óxidos de hierro, como en el resto.
En una de las calicatas se localizó un pequeño filón de fluorita cristalizada, con cristales de hasta 1,5 cm, sobre una masa terrosa muy deleznable, por lo que se estimó oportuno no extraer ninguna muestra.
En cualquier caso, hemos pasado una jornada interesante localizando y recorriendo minados, aunque los matorrales dificultaban en todo momento el recorrido por las laderas donde se encontraban la mayoría, ya que casi no existen caminos de acceso con vehículo o sendas para recorrer a pie.
Agradecemos desde aquí a Domingo Jiménez Beltrán, representante de Castillo de Chuecos, S.L., las facilidades dadas para poder acceder a la propiedad y poder realizar este reportaje.
Panorámica de la finca de Chuecos con su castillo y cortijo
Comenzamos la visita
Un pequeño pozo cegado
Culantrillo de pozo (Adiantum capillus-veneris) en el fondo del pozo
Culantrillo de pozo
Los restos de una tortuga mora (Testudo graeca graeca) sobre un esparto, probablemente depredada por un Águila Real (Aquila chrysaetos).
Restos de la tortuga
Al pie de estos cantiles se abren algunas bocaminas
Posadero de una ave rapaz
Óxidos de hierro al pie de los cantiles
Una bocamina cegada
La tesorera, Pilar Sánchez, revisando una muestra de calcita al pie del cantil.
Bocamina en la base del cantil
Un zorro (Vulpes vulpes) ha marcado su territorio junto a una bocamina
Óxidos de hierro
Bocamina
Interior cegado
Óxidos de hierro y calcita en la galería principal
Otra bocamina
Una de las explotaciones de mayor desarrollo
Flor de la estrella (Lapiedra martinezii) en la entrada de la mina
Acceso a galerías en diferentes niveles
Una de las galerías sin desarrollo
Fotografía desde el interior de una galería
Nido de avispa alfarera
Interior de la explotación
Muro en el interior de una de las galerías
Geoda de pequeños cristales de calcita
Otro nido de avista alfarera
Tablón encajado en el techo de una galería
Una aproximación del tablón
Una galería descendiente de gran pendiente por lo que no pudo ser inspeccionada
Un habitante típico de minas abandonadas y otras cavidades, el escarabajo Leptoderis collaris sobre guano de murciélago.
Una fotografía con macro del escarabajo
Viejas marcas dejadas por los picos de los mineros
Muestra de calcita de cristales muy pequeños
Marcas dejadas por los picos de los mineros
Muestra de calcita de una de las escombreras
Un murciélago en el techo de una galería
Desconocemos la especie. Tras la fotografía abandonamos rápidamente esa zona para evitar molestias al animal que estaba hibernando. Todas las especies de murciélagos están protegidas por las leyes europeas y nacionales.
Acúmulos de guano de murciélago en otra galería
Almendras devoradas por un roedor
El presidente de la SMM, Juan Luis Castanedo, tras abandonar la mina.
Explotación a cielo abierto
Explotaciones a cielo abierto
Calcita en una escombrera
En ocasiones las bocaminas se encuentran ocultas tras densos matorrales, en este caso tras un lentisco (Pistacia lentiscus).
Calicata donde se localizó el filoncillo de fluorita
Detalle del filoncillo de fluorita
Galería principal de una mina situada en una vaguada cegada
Pequeños cristales de 0,5 cm de calcita
Vaguada con explotaciones en la parte alta
Esta pista muy deteriorada conduce a explotaciones de la parte alta de la finca
Una pequeña escombrera
Vista de las explotaciones de la parte alta
Escombrera de una posible mina de sulfuros y ruinas de instalaciones mineras
Pozo de entre 80 y 90 metros en la parte superior de la escombrera
La escombrera desde las ruinas
Otra vista
Muestra de barita recogida en la escombrera